No importa de dónde vengan, los contaminantes que llegan al mar siguen un camino a veces simple y otras complejo. Pueden permanecer cerca del lugar por donde ingresaron, viajar grandes distancias, quedar en el agua o esconderse en los sedimentos. Su aspecto puede ser el mismo durante muchos años, cambiar en días o incluso en horas. Mientras recorren el camino se cruzan con los habitantes del mar, desde los microscópicos como el fitoplancton y las bacterias, hasta los grandes como las ballenas. Después de encontrarse los contaminantes y los organismos, pueden ser indiferentes o interactuar. El resultado puede ser inocuo, dañino o ¡fatal!
Objetivo: Conocer algunos de los factores que determinan el comportamiento y destino de los contaminantes en el mar.
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